Ya sé que todos tenemos claro lo que sería un fondo de armario, pero me gustaría desde este blog destacar algo, que a veces se pierde de vista; Cada uno de nosotros lleva un ritmo distinto de vida y sería imposible crear un ropero estándar, por tanto tendremos que tener en cuenta, cada uno de los momentos de nuestra vida diaria, dando por hecho que cada uno tiene una constitución física y unos gustos propios.
Como serían muchos los estilos, tantos como personas hay, haré tres categorías clásica.
- Vida cotidiana, tareas diarias de niños al colegios y compras… con algún café con amigos.
- Vida laboral, desde una dependienta de pequeño comercio a una asistente de dirección.
- Vida social intensa, con fiestas de un cierto nivel.
Voy a dar 2 pautas importantes; Recomiendo no comprar en exceso y así poder ir renovando y no crear el típico cumulo de prendas amontonadas en cajas, que todos dejamos «por si acaso»…
Y la otra recomendación es que su ropero permanezca ordenado, no ponga más de una prenda por percha, y coloque la percha con el gancho hacia adentro, en la barra y así evitara que las prendas resbalen y queden él en el suelo del ropero.
Vida cotidiana
Es claro que tendrán que ser prendas cómodas y fáciles de lavar, evitando así disgustos innecesarios, cómodo no es sinónimo de vulgar, es fácil caer en el típico “chándal “pero hoy hay mil tejidos, que son fáciles de lavar y muy cómodos.
Unos jeans básicos serán imprescindibles y vuélvase loca con mallas y leggins de diversos colores, una sudadera holgada, camisetas divertidas de diversos largos y un jersey divertido será básico.
Vida laboral
En este caso vamos a necesitar un poco más de complementos; Diríamos algo un poco más elaborado, pero no entremos en pánico, no necesitamos un gran presupuesto, solo objetos (pendientes, zapatos, pulseras y bolsos, que creen la ilusión de que no repetimos modelos).
A tener en cuenta, si trabajamos siempre cara al público, hay que evitar la confusión de elementos, no sobrecargar nunca es importante, la frase de menos es mas en este caso se ajusta a la perfección, no hablo de traje chaqueta clásico negro, como si lleváramos uniforme, pero tenga presente que el traje más sobrio, puede acompañarse de unos bonitos zapatos y algún colgante, simple, pero bonito.
En este caso aconsejo, un par de pantalones con caída, en colores neutros, un par de blusas clásicas, pero no muy serias y alguna chaqueta tres cuartos en negro y beige.
Eso sí, y aquí podemos pasarnos un poco, pendientes sencillos pero que sean vistosos, acompañados de dos juegos de pulseras haciendo juego, algún pañuelo bonito, que en un momento cambiaran el aspecto de la blusa y zapatos de medio tacón femeninos.
Para una imagen cuidada y puesto que estamos cara al público, hay que cuidar no llevar un perfume excesivo, el pelo siempre bien cuidado y cuidar detalles como la manicura, que deberá cambiarse con cada conjunto de ropa.
Vida social
En este bloque es donde podemos echarle imaginación y poner todo sobre el tapete, nuestra vida social, es nuestro tiempo de ocio.
Si se trata de una reunión con amigos y el ambiente lo permite (una cena elegante, una salida a bailar, podemos recurrir al clásico vestido de tirantes o palabra de honor, en un color discreto este tipo de vestido que yo recomendaría tener en un largo medio, es imprescindible en cualquier ropero, intentemos que no llevo adornos excesivos y un diseño a la ultima, porque suelen ser modelos caros y si es muy “último grito” solo le servirá para un evento.
Como el tema de hoy sería el fondo básico, aconsejo un vestido con un buen corte, en colores granates o chocolates, que no cansan y son fáciles de combinar.
El éxito de un vestido “de noche“ reside en el peinado, los zapatos y el abrigo o el chal que acompañe. Por eso tener una capa de imitación y distintos chales es conveniente.
Piense que un maquillaje bien aplicado, con un recogido donde destaquen horquillas de bisutería y unos largos pendientes, convertirá cualquier conjunto en festivo.
Y para cerrar esta sección, una última cosa, a pesar de ser importante tener un buen fondo de armario y no matar la tarjeta de crédito, si que creo conveniente, aunque sea una vez al año darse un capricho de esos locos.
La excusa es, que tendrá un segundo fondo armario…que aunque no lo use tan a diario, el día que se lo ponen les hacen sentir lindos y al fin de eso se trata de gustarnos.