Las energías alternativas (geotermia, biomasa, aeotermia, etc…) han entrado en nuestras vidas junto con la preocupación por el derroche de los recursos naturales que estamos realizando durante las últimas décadas.
Constatando las nefastas consecuencias de la contaminación hemos tenido que plantearnos la protección del medio ambiente como una prioridad.
La necesidad en recursos energéticos nos obliga desarrollar tecnologías nuevas para encontrar soluciones a través de energías alternativas, que además son inagotables y su aprovechamiento no deja la huella contaminada en el planeta como las energías tradicionales.
El concepto “renovable” se define en sí mismo: es algo que tiene la posibilidad de ser renovado. Las Energías Renovables son aquellas que se obtienen a base de fuentes naturales capaces de restaurarse (como la biomasa) o los que son inagotables (el viento, la radiación solar, energía hidráulica o energía geotérmica) que nunca se agotan.
Según el blog Geotermiaybiomasa.com las necesidades energéticas de la humanidad podrían ser cubiertas sobradamente sólo con las renovables gracias a su enorme potencial y sin causar ningún impacto en el medio ambiente.
LA GEOTERMIA
La geotermia es una energía renovable que da una solución completa a la hora de la climatización de la vivienda, tiene especial interés porque, además de ser extraordinariamente cómoda de utilización y prácticamente sin mantenimiento, permite cubrir todas las necesidades de calefacción, agua caliente sanitaria y refrigeración, no necesita complementarse con otros tipos de energía y es válida para cualquier tipo de clima de los que tenemos en nuestro país.
La energía geotérmica viene del calor almacenado por debajo de la superficie sólida de la Tierra donde la temperatura se aumenta en función de la profundidad unos 3º C cada 100 metros. Para calefacción y climatización de las viviendas se usa la geotermia de baja entalpia, o de baja temperatura.
Se extrae a través de las sondas utilizando bomba de calor geotérmica. Una zonda de 100 a 150 m puede ser suficiente para calentar una vivienda y abastecerla de agua caliente sanitaria en invierno sin usar calefacción adicional. El mismo sistema va a refrescar la casa en verano mediante el emisor de calor/frío – suelo radiante.
Si la vivienda dispone de una piscina, una instalación geotérmica permite climatizarla con un coste mínimo, aprovechando su uso fuera de la temporada habitual.
El coste de instalación es un poco más elevado que los sistemas tradicionales, pero a la hora de su explotación se reduce el consumo de energía entre en 30% y un 70% lo que permite obtener el retorno del diferencial de inversión en un plazo de 4 a 10 años.
LA AEROTERMIA
La calefacción por aerotermia tiene mucha semejanza con la geotermia.
La diferencia está en que el calor se extrae del aire y no de la tierra. Es un sistema muy interesante para casi todas zonas climáticas (menos las más frías y/o húmedas). Aunque la inversión es considerablemente inferior a la de la instalación geotérmica, el CTE requiere paneles solares como el sistema de apoyo, lo que tiende a equilibrar el coste de ambos sistemas.
Pellet in flames- stock photo
LA BIOMASA
La biomasa abastece la vivienda de la calefacción y agua caliente sanitaria.
Es compatible con cualquier sistema emisor de calor (los radiadores o el suelo radiante) que se instala según las necesidades de la vivienda. La economía que se supone el uso de biomasa es del 50% de los gastos mensuales respecto del gasóleo y el 30% respecto del gas natural, cumple el CTE para producción de agua caliente sanitaria por lo que no necesita paneles solares.
El espacio que necesita cada uno de los sistemas para la instalación de las maquinas (cuarto técnico) varía ostensiblemente.
Una instalación geotérmica puede ocupar un espacio de 2,5 m2. Si es aerotermia iremos a los 4,5 m2 como mínimo, aparte de las unidades exteriores y los paneles solares. En caso de biomasa se necesita un espacio en cuarto técnico mínimo de 6 m2, más el silo de almacenaje del combustible.
La energía solar, limpia e inagotable, es aportada directamente por el sol.
España es uno de los países con un enorme potencial de esta energía. En el sector residencial se utilizan los paneles solares térmicos para el calentamiento del agua (pueden complementar cualquier tipo de instalación de calefacción).
De otro modo la energía del sol captada por paneles fotovoltaicos se convierte en energía eléctrica y puede ser usada, según las necesidades, directamente o acumulada en baterías.
Los sistemas actuales de energías renovables pueden ser gestionados mediante líneas GSM o por Internet y se integran perfectamente en la domótica. El usuario regula horario y temperaturas de utilización de forma directa o remota.
Apostar por las Energías Renovables para el usuario significaría ganar en comodidad, ahorrar, reducir la dependencia energética y aumentar el valor de la vivienda, y para el medio ambiente rebajar las emisiones y otros gases contaminantes o de efecto invernadero.
