A pesar de que el mundo de las bodas está inundado de creatividad y originalidad, hay cosas que no cambian, que nos gustan cómo han sido toda la vida y ¿para qué engañarnos? tienen su puntillo! ; )
Así que hoy vamos a comentar el porqué de la tradición de que la novia llevé el día de su boda algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul.
Personalmente, reconozco que no soy nada supersticiosa pero hay de todo… Así que para quienes llevan estas cosas a raja tabla vamos a tratarlo en este post.
Algo nuevo
Desde luego, el “algo nuevo” es lo más sencillo.
Lo normal es que las novias el día de su boda estrenen su vestido de novia, su lencería, sus zapatos… Cumplir con esto está asegurado sin pensarlo!
Que la novia lleve algo nuevo el día de su boda es símbolo de la nueva vida en pareja que se inicia a partir de ese momento.
Algo viejo
Es el punto más emocional de la tradición, ese “Algo viejo” puede ser alguna joya familiar, un complemento para el pelo, un broche, el velo de novia,… porque llevar algo dotado de sentimiento hará que la novia se sienta aún más especial si cabe.
La simbología que envuelve este hecho nos quiere decir que la novia a pesar de comenzar una nueva vida en pareja, también da continuidad a su vida, a su familia, a su historia anterior.
Algo prestado
Para la novia llevar algo prestado es como llevar un amuleto.
Siempre puede haber algo que algún familiar o amiga cercana ofrece porque a esa persona porque el llevarlo consigo le ha traído buena suerte.
La verdad es que es un acto de generosidad encomiable la energía esta esa persona está depositando en la novia y en su buenaventura a través de ese algo tan especial.
Algo azul
El significado del color azul simboliza la confianza y la lealtad.
El azul del cielo y del mar se observan infinitos, tanto como el amor que se prometen los novios el día de su boda.
Es muy recurrente coser al traje de la novia un pequeño lazo azul en la zona interior no visible, pero también hay otras maneras de vestir “algo azul” el día de la boda como las ligas o los zapatos de novia.
Hasta aquí este brevísimo repaso de esta curiosa tradición.
Porque tradición y modernidad no están reñidos, ¿quién lo duda?
Recordarte que hay un fino margen entre la originalidad y la horterada.