Quizás no tan impactante como la Estació del Nord de Valencia, la Estación de Toledo no se queda atrás en terminaciones y detalles que llaman la atención de los pasajeros que llegan a esta ciudad de Castilla-La Mancha para meterse de lleno en la historia española.
Construida entre 1916 y 1917, la estación fue remodelada en 2005 con la llegada de los trenes de alta velocidad (AVE).
A media hora en tren de Madrid (33 minutos clavados), Toledo es una excelente escapada para quienes vayan a Madrid y se puede recorrer en sólo un día.
Conviene salir a la mañana desde Madrid (estación de Atocha) y volver con el atardecer, el viaje son apenas 30 minutos.
El viaje, a precio de marzo de 2015, cuesta sólo 12.90 euros y se viaja en los trenes Avant (el modelo de alta velocidad de Renfe para media distancia).
Para disfrutar sus detalles vale la pena tanto recorrer las boleterías como la parte exterior. No es muy grande, por lo que sólo toma unos minutos antes de tomar uno de los buses que parten desde la puerta hasta el centro de Toledo.
Aunque no todo es buses. Si quieren, pueden ir caminando desde la estación y así recorrer hermosos paisajes y cruzar puentes (desde la estación al centro son 30 minutos a pie).
Eso sí, quizás lo recomendable es hacerlo a la vuelta, porque así de ida van visitando los puntos más importantes que ofrece el bus turístico.
Si quieren viajar a Toledo pueden comprar los pasajes en Madrid-Atocha o hacerlo online en el sitio de Renfe (www.renfe.com).
Además, tanto en las boleterías de Atocha como en las de Toledo venden la opción de contratar el bus turístico. Entre tantas ciudades cercanas a Madrid que valen la pena conocer, Toledo surge como una gran opción y resulta difícil decirle que no.